Hoy es domingo y me siento totalmente aburrido, intento jugar con mi celular y no tengo ganas, intento ver videos o distraerme con algo y no tengo ganas de nada, pienso; ¿que estaría bien hacer?, tengo muchos pendientes en estos momentos: pendientes del trabajo, de la escuela y de mi casa, pero no tengo ganas de hacer nada, ¿por que? la respuesta es obvia... ¡por ella!.
Ayer salí del trabajo entusiasmado por preparar una cena, una cena a la cual invite a una chica que hacía tiempo no veía, la primera cita en muchísimo tiempo, bueno, como tal "cita" no, pero era algo similar, fui a comprar todos los ingredientes, llegue a casa, limpie mi cuarto, lave el baño, lave ropa, barrí, lave trastes, osea, (hice todas esas cosas que no haría si estuviera solo o fuera un sábado como cualquier otro) ah! e hice la cena y cuando vi, el momento llego!!
Cuando uno es dependiente de los demás suele pasar este tipo de cosas...
Recuerdo esa necesidad de un abrazo, un cariño, una palabra de afecto, una sola caricia en la espalda, el llamado "cariño de perro", solo eso era suficiente para hacerme saltar, volar y sentir que era el hombre mas afortunado del mundo, sin darme cuenta solo estaba alimentando mas y mas mi inseguridad, sin esos detalles yo me derrumbaba por que entonces no me querían, no le gusto, si no me mandan mensajes entonces no le importo y así... cada vez mas inseguro.
Corrí hasta el punto de reunión, era la primera vez que la veía en mucho tiempo, y ahí estaba ella, con una camisa de cuadros rojos y azules abierta, una blusa blanca, unos pantalones jeans azules, unos zapatos bajos oscuros, el pelo recogido con una cola de caballo que dejaba caer todo su cabello rizado como si fuera una cascada y la mueca mas linda y acogedora que hubiera visto en mucho tiempo... en una sola palabra "linda".
En el camino hacia mi casa, platicamos de cosas sin mucho sentido, yo lo único que notaba era su sonrisa, su mirada, su cuerpo (en que mas podía pensar después de tanto tiempo sin tener una cita y mucho menos algo mínimo con alguien), cuando por fin llegamos a mi casa y le mostraba cada uno de sus rincones, yo me sentía entusiasmado, me sentía nervioso, pues era así de WWOOOWWW!!! HAY UNA CHICA EN MI CASA!! HAY UNA CHICA EN MI CUARTO!! como un niño en plena pubertad a mis 26 años, así me sentía...
El plan era ver películas y cenar, pero lo único que yo quería difería en gran medida con el plan original; como cuando llevas tiempo sin tener una relación y de repente alguien te hace un gesto, una mirada o simplemente te acaricia el hombro, tu ya sientes que es el amor de tu vida, como esos amores de secundaria que duran días pero dicen amarse hasta la eternidad.. así me sentía...
Pusimos una película, compre una cervezas, unas papas y empezamos a verla, en el transcurso de la película inicio la guerra, yo me cambiaba de posición, recogía las piernas, las estiraba, todo en función de tener un roce con las suyas, ella se cambiaba de posición, recogía las piernas, las estiraba y el roce se dio... y me corazón casi explota de la emoción, mi mente decía, "MI PIERNA Y LA DE ELLA SE ESTÁN TOCANDO!!, SE ESTÁN ROZANDO!!, SE TOCAN!!, me sentía nervioso, ansioso, entusiasmado, solo por que mi rodilla y la de ella se juntaron.. -si no fijamos, en el transporte publico pasa eso todo el tiempo y no es sinónimo de placer-, pero eso en ese momento era lo mejor.
Terminó la película y era momento de cenar, serví los platos y nos pusimos a comer, por tal motivo era momento también de platicar y con ello, el problema.
Hacía tiempo que no la veía y por lo tanto ya habían pasado muchas cosas tanto para ella como para mi, ella venia de terminar una relación y yo, bueno, hubiera preferido eso solamente, venir de una relación fracturada, pero no, mi caso es que venia de una separación donde ya había un hijo y ¿como?, ¿como le voy a decir a ella que me gusta y al mismo tiempo ser sincero, honesto y decirle que tengo un hijo, -seamos sinceros, esa información en la primera cita suele ser como insecticida para los mosquitos, los ahuyenta.
Yo la escuchaba como exponía su sentir sobre su relación recientemente terminada, yo por dentro pensaba en besarle pues solo me la pasaba viendo sus labios, ella decía que su novio la dejo por que el no se sentía a gusto por alguna razón que ni si quiera ella sabe, yo lo único que pensé fue, hay otra!! pero no dije nada, pues no quería ser el malo de la historia, sino el chico con el que ella puede confiar y sentirse segura, obviamente sin llegar a la espantosa "friendzone"; cuando ella me pregunto "¿y tu?" yo no sabia que hacer, esa guerra moral de decir la verdad u ocultar las cosas, la cabeza me daba vueltas, mis manos comenzaron a sudar, mi voz se entre cortaba, se lo diré? no.. no se lo diré, que sea en la siguiente cita, pero, te dirá que ¿por no me lo dijiste antes?, pero le diré que por temor, entonces te vera como inseguro y mentiroso, pero es que si se lo digo puede que ya no tenga ningún chance con ella, todo ese pensaba en pocos 3 segundos, cuando decidí hablar, lo que salio de mi boca fue: yo? pues yo tengo un hijo....
continuara
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